Acer ha elegido un momento curioso para hacer todo tipo de declaraciones. El otro día sorprendían asegurando que los Ultrabooks reducirán su precio considerablemente el próximo año, llegando a costar $499 en 2013, y ahora el Consejero Delegado de la compañía taiwanesa, J.T. Wang, nos pone los pelos de punta asegurando que están hartos de los productos baratos e inútiles, y cambiarán su estrategia para centrarse en los dispositivos de alta calidad. Soy incapaz de enumerar cuantas veces a lo largo de los años he leido o escuchado esa u otra afirmación muy similar en boca de Acer y otras tantas compañías que traen productos con bajos estándares de calidad para lograr un precio de salida más económico y un mayor margen de mercado, y la inevitable consecuencia es que… continúan haciendo virtualmente lo mismo.
Escepticismos a parte, la firma dirigida por Wang pretende deshacerse de la producción “barata”, y centrarse en la plataforma Ultrabook y sus dispositivos móviles a partir del próximo año, porque en opinión del CEO “eso es lo que quiere la gente”. Con esperanzas en que sea la plataforma de Intel la que los devuelva al lado positivo de las finanzas, las declaraciones de J.T. Wang no han podido ser más explícitas:
“Cambiaremos nuestra estrategia de perseguir una mayor cota de mercado ciegamente con productos baratos e inútiles a mejorar la rentabilidad”
La producción de Acer en los últimos años se ha centrado principalmente, además de en la fabricación de pantallas TFT económicas, en ordenadores portátiles y de sobremesa de todos los tipos, comenzando por los de precio más reducido y calidad bastante dudable. Estos equipos con un margen de beneficio muy escaso debido a su económico precio han hecho que con el tiempo la firma haya pasado al déficit, ganándose además una mala fama considerable por los múltiples defectos que el consumidor ha tenido que sufrir, que obligaban a estar en permanente contacto con un servicio técnico bastante lamentable. Esta espiral minó mucho la confianza de los usuarios en una firma que no pasaba por un buen momento, y que seguía centrando sus esfuerzos en sacar adelante líneas de producto que no parecían cumplir con las expectativas del mercado, al menos no frente a otros gigantes de la industria. En un momento dado, la firma decidió cambiar de aires, y fijó su mirada en un mercado que parecía provechoso, el de los Netbooks. Duante un tiempo, esto funcionó, y Acer logró un gran beneficio de esa plataforma, que en 2008 los llevó acumular unos ingresos de más de 16.500 millones de dólares en sus arcas, un 15% más que el año anterior, con un beneficio neto superior a los 428 millones. Tras la depreciación de este tipo de ordenadores, la compañía de Wang volvió al mal camino, con muy pocos beneficios, o incluso pérdidas, sin encontrar su camino.
No obstante, según ha ido evolucionando el mercado Acer también ha sabido adaptarse, y en su momento creó la que considero una de las mejores líneas de portátiles ultraligeros hasta la fecha, los Acer Timeline X, que con su caracasa de aluminio y sus procesadores, Intel ULVparecían un hit seguro. Desafortunadamente, la mala fama que la precede hizo que esta serie de ordenadores portátiles de perfil bajo — precursores de los Ultrabook, me atrevería a decir, con permiso de otras marcas — no fuese todo lo provechosa que la firma habría deseado, especialmente a nivel de rendimiento económico.
Y es este el principal motivo de este cambio de filosofía. ¿Qué busca Acer? Un mayor beneficio en los productos que fabrica y vende. Las tremendamente populares tablets Iconia Tab A500 han resultado un golpe de efectos que parece haber abierto los ojos de Acer hacia otros rumbos. Los Ultrabooks, si las estimaciones son acertadas, estarán entre los gadgets con más salida comercial el próximo año, y en Acer quieren aprovechar el mayor margen de provecho que atribuyen a su precio más elevado. Esto podría hacer que la compañía consiga un incremento del 10% en las ventas de ordenadores portátiles con respecto a este año, e incluso hacer que vuelva a ser rentable. Evidentemente, si algún milagro puede mejorar los ingresos de la firma será su línea de Ultrabooks, que ha tenido una acogida bastante cálida, con buenas críticas tanto por parte de los medios de comunicación especializados como desde la comunidad de usuarios, que han visto en el Aspire S3 un gran potencial. ¿Qué pasará cuando los Ultrabooks se conviertan en los nuevos Netbooks? Con suerte, aparecerá otra plataforma a la que sacar provecho.
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