Muchos de los productos tecnológicos que utilizamos hoy en día y que, prácticamente, se han convertido en objetos de uso cotidiano en nuestro día a día proceden del esfuerzo y visión de unas cuantas personas que dedicaron gran parte de su tiempo a la innovación y, por tanto, a pensar que era posible llegar más lejos. Si hubiese que elegir un lugar del que salieron muchísimas de las ideas que sustentan gran parte de nuestra tecnología, ese es el Xerox PARC (Palo Alto Research Center), un laboratorio de investigación que Xerox abrió en Palo Alto (California) en 1970 y del que salieron ideas como la impresión láser, la programación orientada a objetos, la computación distribuida, el protocolo Ethernet, el WYSIWYG, el concepto de “gusano” o alguno de los estándares en los que se basan las comunicaciones a través de Internet.
Hay que reconocer que, a finales de los 60, la visión que tuvo Xerox fue enorme ya que decidió establecer un laboratorio de investigación a gran escala que estuviese financiado con un “cheque en blanco” y en el que debían fluir las ideas al igual que salía el agua de un grifo. En 1969, uno de los investigadores más importantes de Xerox, Jack Goldman, consiguió que el responsable financiero de la Universidad de Washington (y físico especializado en resonancia magnética nuclear), el Doctor George Pake, financiase un segundo centro de investigación para Xerox.
Dos factores fueron claves para que este laboratorio arrancase con éxito y se convirtiese en un referente mundial que, a día de hoy, sigue estando en activo se ha convertido en un templo para la innovación tecnológica:
- Por un lado, el Doctor Pake eligió Palo Alto (en el condado de Santa Clara, California) como la ubicación de este centro de investigación; un lugar que estaba muy cercano a la Universidad de Stanford (que contaba con un importante departamento de ciencias de la computación que era puntero en el campo de la inteligencia artificial) y, por tanto, la Universidad de Stanford podía ser una importante cantera de la que extraer graduados con talento que incorporar al laboratorio.
- Por otra parte, el laboratorio era un lugar destinado a la investigación y la innovación, por tanto, debía estar aislado de perturbaciones provenientes de ejecutivos, comerciales o departamentos de ventas y marketing y, dado que las oficinas de Xerox estaban en Nueva York y en New Hampshire, trasladar el laboratorio al otro extremo del país podía evitar las interrupciones.
La jugada fue perfecta porque la zona de Palo Alto era un caldo de cultivo en el que se movían muchísimos profesionales e investigadores. Por ejemplo, la Universidad de Stanford contaba con un centro de investigación, el Augmentation Research Center que dependía de la financiación de DARPA, la NASA y la Fuerza Aérea de Estados Unidos pero, cuando llegaron recortes presupuestarios a mediados de los 70, se cerraron algunos proyectos de investigación y el Xerox PARC aprovechó la situación para captar talento y fichar a estos investigadores. Además, gracias a la cercanía a Stanford, algunos investigadores del Xerox PARC ejercían de profesores en seminarios organizados por la universidad, acercando los proyectos reales al mundo académico.
Uno de los productos que salieron del Xerox PARC fue el precursor de los ordenadores personales, el Xerox Alto en 1973. Este ordenador personal fue concebido en un informe interno del Xerox PARC en 1972 por Butler Lampson y diseñado inicialmente por Chuck Thacker y sumaba varias innovaciones que, hoy en día, son de lo más habitual como por ejemplo el ratón, la inclusión de un interfaz Ethernet o el interfaz gráfico.
Otro de las grandes ideas que nacieron en Xerox PARC es Ethernet que, actualmente, es un estándar para la comunicación de computadoras. Uno de los objetivos del equipo de investigadores del Xerox PARC era el diseño de una red local de computadoras, algo que para nosotros es algo cotidiano pero que cuando se implementó por primera vez en una sede de Xerox en Hawaii supuso todo un hito. Ethernet consistía en una red pasiva donde los transceptores de los dispositivos conectados eran los únicos equipos activos, algo que presentó en el Xerox PARC y que, posteriormente, seguiría perfeccionando al sumar al proyecto a fabricantes como DEC o Intel que se encargaron de desarrollar los transceptores.
El interfaz gráfico de usuario (GUI) es otra de las ideas nacidas en el seno del Xerox PARC, sin embargo, la comercialización por parte de Xerox no fue bien planteada y del Xerox Star (el producto comercial surgido) solamente se vendieron 25.000 unidades, sin embargo, la influencia de este concepto traspasó las paredes de Xerox y el Macintosh de Apple fue el primer producto comercial con interfaz gráfico de usuario que gozó de éxito entre los usuarios (gracias a las visitas al PARC por parte de los ingenieros de Apple a partir de un acuerdo entre ambas compañías).
Tres miembros del Xerox PARC han sido ganadores del prestigioso Premio Turing, Butler W. Lampson (1992), Alan Kay (2003), y Charles P. Thacker (2009) y el Premio de Sistema de Software de la ACM fue concedido al proyecto Xerox Alto (1984), el lenguaje Smalltalk (1987), el framework InterLisp (1992) y la llamada a procedimiento remoto (RPC) en 1994.
En el año 2002, Xerox PARC dejó de ser una división de Xerox y se convirtió en una entidad propia, PARC, una compañía filial de Xerox. Desde su inauguración en 1970 hasta ahora, PARC sigue trabajando en proyectos de investigación, desarrollo e innovación pero, desde que se estableció como compañía, acepta proyectos de otras compañías distintas a Xerox (aunque ésta sigue concentrando el 50% del volumen de la actividad) como VMware, Fujitsu, Samsung o NEC.
Un gran templo de la innovación tecnológica que ha hecho, y sigue haciendo, historia.
Imágenes: PARC
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