En febrero se filtraba la serie 313
de unidades SSD fabricadas con Intel, que se proclamaban como la
apuesta de la firma para complementar su línea de procesadores Ivy
Bridge con una caché de almacenamiento sólido muy rápida que permita
acceder mucho más rápido a los contenidos de los discos de
almacenamiento instalados en los ordenadores, acelerando la ejecución de
aplicaciones, arranque del sistema y prorporcionando un rendimiento
mayor. Hoy la firma ha hecho oficial su lanzamiento sin darles apenas protagonismo, con disponibilidad inmediata e incluso algunos benchmarks para comprobar sus capacidades.
Las
unidades, al tratarse de sencillas memorias intermedias, tienen una
capacidad bastante inferior a la de los SSD de almacenamiento normales, y
vienen en versiones de 20 y 24GB con distintas
especificaciones. El modelo de mayor capacidad presenta curiosamente
unas velocidades de lectura más humildes que la versión de 20GB, con 160MB/s en comparación con los 220MB/s
del otro modelo, pero lo que el Intel SSD 313 de 24GB pierde en tasas
de lectura lo gana en un apartado quizás más importante, la tasa de
escritura, 115MB/s en este modelo en lectura
secuencial, 15MB/s por encima del modelo de 20GB, que se queda en
100MB/s. Si los comparamos con la anterior línea de unidades de
almacenamiento intermedio de Intel, la nueva serie 313 experimenta una mejora del 42%,
aproximadamente 30MB/s por encima en la escritura, con un nivel de IOPS
(Operaciones de entrada/salida por segundo) aleatorio inferior a sus
predecesores en el modelo 20GB y ligeramente superior en el de 24GB.
Caché SSD, ¿vale la pena?
Durante las primeras etapas de la generalización de este tipo de almacenamiento NAND Flash,
la práctica totalidad de los expertos desaconsejaba el uso de las
unidades SSD para tareas de caché o “Swap”, porque la cantidad de ciclos
de escritura y borrado soportado por las memorias MLC
era realmente limitado, y la ausencia de métodos “paliativos” provocaba
una rápida degradación de las unidades, lo que provocaba
ralentizaciones y fallos, que las convertía en un tipo de memoria
inviable para ese cometido. Por otra parte, las memorias SLC tenían un coste de producción muy elevado, y limitaba el uso de estos dispositivos a un público de corte profesional.
La
evolución de las memorias NAND Flash, tanto MLC como SLC ha
generalizado el uso del almacenamiento sólido para funciones de memoria
caché, en parte por la mayor durabilidad de estos chips, su menor coste
de producción — en comparación con años anteriores — y en parte por la
tecnología TRIM,
un juego de órdenes que permite optimizar los ciclos de lectura y
escritura en SSD permitiendo que estas unidades se comuniquen con el
sistema operativo de un modo más avanzado, evitando el borrado de
bloques completos cuando existe algún bit de información “olvidado”. Hoy
en día esta es la solución ideal para muchos usuarios, que necesitan
una gran cantidad de espacio de almacenaje y por lo tanto optan por
utilizar unidades de disco duro convencionales, que carecen de la gran
velocidad y acceso “instantáneo” que caracteriza a las unidades SSD,
pero quieren poder experimentar una mejora del rendimiento y una mayor velocidad al ejecutar sus aplicaciones.
Esa es la teoría, pero ¿cómo se comportan los Intel 313 en realidad?
Puede
que en un primer momento las tasas de lectura y escritura nos parezcan
demasiado discretas, en comparación con otras unidades de consumo
general con controladoras de alto rendimiento, que pueden superar los
500MB/s en ambos escenarios, pero lo cierto es que una memoria
intermedia es más estimable por la rapidez de acceso y
la fiabilidad de sus chips NAND que por la velocidad sostenida de
transferencia, porque su uso es muy específico, de apenas unos segundos,
y no se utilizan para mover enormes porciones de información. En el
caso de la serie 313, las memorias NAND Flash SLC
aseguran una mayor fiabilidad y gran resistencia a los fallos, junto a
un rendimiento en teoría superior al de los chips MLC.
El sitio griego Hwbox
ha recibido una de las nuevas unidades Intel 313 de 20GB y tras una
batería de pruebas ha llegado a la conclusión de que cumple con lo
prometido por Intel. Aunque no alcanza el poder bruto de unidades SSD de
mayor capacidad, a través del software proporcionado por Intel las
nuevas unidades de caché logran su cometido, mejorar el comportamiento
del sistema almacenando los archivos más importantes del sistema y los
más utilizados, logrando que la velocidad de acceso al sistema y a
distintos programas de uso general aumente considerablemente.
Relación calidad/precio, ¿merece la pena?
Si
algo me ha decepcionado de este anuncio es conocer los precios
oficiales de la serie 313, que ha quedado por encima de lo que se
estimaba a comienzos de febrero. El modelo de 20GB tiene se comercializa
aproximadamente por US$120, mientras que la de 24GB, con mayor
velocidad de escritura, sube hasta los US$140. No existe ninguna
diferencia entre las unidades convencionales de 2.5 pulgadas dispuestas
para ordenadores de sobremesa y portátiles de alto rendimiento, y los
modelos mSATA, disponibles para equipos portátiles compactos y miniPCs,
lo que resulta como poco, curioso, teniendo en cuenta la diferencia
entre ambos formatos.
Los
precios son altos, a todas luces, incluso teniendo en cuenta las
memorias SLC. Con un sistema configurado adecuadamente — por ejemplo, un
ordenador basado en el chipset Z68 de Intel — podríamos adquirir por un precio bastante similar una unidade de mucha mayor capacidad, y utilizar la tecnología Intel RST
para conseguir un resultado muy similar al de estas unidades
especialmente creadas para actuar como caché de nuestro disco duro
principal. ¿Vale la pena? si no disponemos de un equipo adecuado esta
alternativa, o una similar de otros fabricantes es la más interesante,
sin lugar a dudas, porque combina — como los discos Momentus XT
de Seagate — la capacidad de los HDD con la rapidez de las memorias
NAND. Por el momento, personalmente me provocan cierta reticencia, y
quizás utilizaría un SSD de mayor tamaño para instalar el sistema
operativo, claro que en mi caso no tengo una necesidad imperiosa de
mejorar el acceso a mis archivos.
Imágenes: HwBox
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