Gracias a una nueva tecnología de mini objetivos con autofocus, puede que se mejore enormemente la calidad de las fotos que tomemos con nuestros móviles en el futuro. El sistema se basa en algo muy parecido al ojo humano, por lo que al no haber tantas partes móviles como en los sistemas tradicionales gasta muy poca energía.
En un desarrollo conjunto llevado a cabo por SINTEF y la empresa noruega PoLight, los investigadores han desarrollado un sistema que utiliza una especie de “bocadillo óptico” que aúna diferentes materiales.
Consiste en dos placas muy finas de cristal, con un polímero, un gel y una aleación metálica flexible. Supuestamente funcionaría gracias a que el anillo externo se expande o compacta haciendo que el gel en el interior cambie su forma sin que se salga gracias a las placas de cristal.
Lo mejor es que estas lentes las veremos muy probablemente antes de lo que creemos ya que muchas compañías están interesadas en esta tecnología y podrían empezar a fabricarse y utilizarse a principios del que viene.
Aunque con los pocos detalles que dan sobre como funciona lo mismo es todo mentira y en realidad las lentes las fabrican a base de ojos de curris de Fraggle Rock o petisos carambanales.
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