A estas alturas, la mayoría estamos concienciados a la hora de viajar en coche, y cada vez se tiende más a respetar las distancias de seguridad e indicaciones de la vía. Sin embargo no todo es calculable, al menos no por el conductor que tiene que ir con mil ojos sobre el asfalto y los otros coches, principalmente por aquellos incidentes fortuitos que pueden desencadenar una colisión. General Motors ha mostrado esta semana una nueva tecnología a ese respecto, presentando un sistema portátil de comunicación entre vehículos, que podría evitar hasta el 81% de colisiones ocurridas en los Estados Unidos, y cambiar radicalmente la relación entre coches, peatones o incluso ciclistas.
Para exponer la efectividad de su sistema, GM está realizando demostraciones prácticas durante el Congreso Mundial de Sistemas de Transporte Inteligentes (ITS) que se celebra en Orlando, Florida durante esta semana. La tecnología se basa en estándares de tecnología ITS existentes como el DSRC, que permite que los vehículos, ciclistas, peatones, sitios en obras e incluso agentes de policía que se encuentren en un radio de acción de un cuarto de milla compartan información que podría ser vital para evitar accidentes.
En concreto, la firma ha mostrado un pequeño dispositivo DSRC portátil que puede ser instalado en el coche, y alertaría de otros conductores, viandantes u obstáculos en general. Como ejemplo, al estar unido a la información del vehículo, el sistema podría avisar al conductor si otros coches han precisado de un especial cuidado, o de la activación del control de tracción para superar una zona resbaladiza, o si existe una colisión en la próxima intersección que pueda provocar inconvenientes, para que podamos aminorar la marcha o detenernos sin ningún peligro, y con un aviso de antemano. El problema de estos dispositivos es que están especialmente diseñados para vehículos, de modo que es complicado que un ciclista o un ciudadano de a pié lleven un transpondedor de estas características encima. Para eso, GM pretende que la tecnología se expanda, por ejemplo, a smartphones que puedan transmitir información a los conductores cercanos. Si un grupo de ciclistas cuenta con estos teléfonos móviles equipados con DSRC, estos podría alertar a los coches de los alrededores para que tomen especial precaución.
La compañía americana tiene la firme intención de conseguir que en la próxima década la mayoría de los teléfonos móviles del mercado — estadounidense — cuenten con este hardware, y que los transpondedores portátiles y los sistemas integrados en vehículos sean una realidad en las calles. Lo más interesante en el ámbito de los vehículos de calle, es que la tecnología puede ser incorporada en los modelos actuales del mismo modo que las unidades receptoras GPS, y esto ayudaría a su implantación lo antes posible, si es que algún día llega a imponerse como estándar. Cualquier iniciativa que ayude a unas carreteras más seguras será bien recibida.
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