Cuando en 1964 Joseph Weizenbaum comenzó a desarrollar ELIZA, un programa de cómputo que entabla conversaciones con sus usuarios simulando una terapia psicológica, jamás imaginó que también lo haría con un software que hace las veces asistente personal de un dispositivo móvil casi 50 años después: Siri.
Resulta que Siri fue interlocutor de ELIZA en una conversación inusual mediada por Jordan Mechner, ni más ni menos que el creador de Prince of Persia. Esto, repito, 50 años de tecnología después, un periodo larguísimo a decir de los avances que ya conocemos, teórico-prácticos, en hardware y software.
La conversación está en inglés pero me permití intentar traducirla para ustedes:
ELIZA: Hola, Soy Eliza.
SIRI: Hola.
ELIZA: ¿Cómo estás? ¿De qué te gustaría hablar?
SIRI: Estoy bien. Gracias por preguntar.
ELIZA: Cuánto tiempo llevas bien. ¿Gracias por preguntar?
SIRI: Humm… Déjame pensar…
ELIZA: ¿Dudas de ti?
SIRI: Encontré tres hoteles que coinciden con “W” muy cerca de ti.
ELIZA: ¿Oh…?
SIRI: ¿Con quién te gustaría hablar?
ELIZA: Tú no estás hablando de mí, ¿o sí?
SIRI: ¿Debería buscar negocios con ese nombre?
ELIZA: No me importan lo nombres. Por favor continúa.
[Interrupción debida a una llamada. Minutos después Siri regresa]
ELIZA: No puedo ayudarte si no conversas conmigo.
SIRI: Supongo que no puedes.
ELIZA: Oh… ¿no puedes?
SIRI: Disculpa, no puedo ofrecerte mapas y direcciones en Canadá.
ELIZA: ¿Lo has intentado?
SIRI: No puedo responder eso. Pero puedo buscarlo en la web, si gustas.
ELIZA: Quizás lo puedas responder ahora. Pero, ¿podrías buscarlo en la web, si me gusta?
SIRI: Buscando en la web “si me gusta”
ELIZA: ¿Qué te sugiere?
[Siri busca en Google y regresa este como resultado principal:]
SIRI: “…si te gusta tu plan de atención médica, puedes conservar tu plan de atención médica”
(Por cierto, esas son palabras de Barack Obama)
ELIZA: Tú no estás hablando de mí, ¿o sí?
SIRI: No lo estoy, ¿eh?
ELIZA: ¿Cuánto tiempo ha sido que no, eh?
[Siri interpreta ese mensaje como “¿Qué edad tiene Wolfram/Alpha” y realiza el cálculo. ]
SIRI: OK, aquí vamos: 890.1 días.
ELIZA: Dime más.
SIRI: Disculpa, no entiendo “dime más”
ELIZA: ¿Te causa problemas?
SIRI: Déjame pensar
ELIZA: ¿Realmente piensas eso?
SIRI: OK, ¿qué tal una búsqueda web para “Realmente piensas eso”?
ELIZA: Estamos discutiendo de ti, no de mí.
SIRI: Si tu lo dices.
ELIZA: Oh… ¿decirlo?
SIRI:
[Llamando a José Fuentes, móvil. Termina el experimento.]
Es curioso. Para conversar con Siri se requieres un iPhone 4S. Para hacerlo con ELIZA hay mil opciones, incluso webs simplísimas. Otros bots conversacionales existen, pero ELIZA es paradigmático.
En Esperando a Godot de Samuel Becket nos encontramos conversaciones bien similares a esta que acabamos de leer, una obra de teatro, valga decirlo, que pertence al llamado “teatro del absurdo”. De igual forma la conversación puede ser tan hilarante para algunos como eran los diálogos sinsentido de los Hermanos Marx. Tal vez un día de estos, con nuevas implementaciones y revolucionarios algoritmos, esa conversación nos parezca tan natural como cualquiera. Tal vez.
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