Sobre el derecho al olvido hemos hablado alguna que otra vez, el derecho que tiene un usuario a que sus datos sean borrados cuando se da de baja de un servicio o cuando, directamente, decide eliminarlos. De todos es sabido que Facebook mantiene una política bastante opaca en este sentido y conserva datos de los usuarios si éstos abandonan el servicio o eliminan una foto que habían subido, una práctica que podría llevarla a una sanción de 100.000 euros si prospera la investigación que se está llevando a cabo en Irlanda (motivada por las actuaciones llevadas a cabo por un estudiante de derecho de Australia).
La historia arranca cuando Max Schrems, un estudiante de derecho de Australia de 24 años, participó en un intercambio en la Universidad de Santa Clara en California y asistió a una charla impartida por un ejecutivo de Facebook. Max solicitó formalmente un CD con todos los datos personales que Facebook mantenía sobre su persona y se sorprendió al ver que el material era el equivalente a 1.200 folios que incluían datos que él había borrado expresamente. Al ver esto, Schrems decidió cursar 22 quejas al organismo de protección de datos de Irlanda que, tras evaluar el caso, comenzará la próxima semana una auditoría a Facebook que, si confirma las acusaciones, podría imponer a Facebook una sanción máxima de 100.000 euros (y abrir la puerta a otras investigaciones en otros países).
Entre los datos que Schrems se encontró había trazas de amigos que le habían borrado, amigos que él había borrado, el registro de conversaciones del chat, fotografías en las que había borrado la etiqueta, registro de sus accesos (con la IP origen, la fecha y la hora):
Descubrí que Facebook había guardado mensajes muy personales que yo había escrito y después eliminado, datos que podrían salir a la luz y dañar mi reputación. […] No quiero decir que haya algo criminal o prohibido en mis datos pero alguien que aspira a trabajar en el mundo del derecho debe velar porque sus conversaciones privadas no se conviertan en un material que le impidan conseguir un empleo. Si Facebook guarda todos esos datos está actuando de la misma manera que el KGB o la CIA. […] La información es poder y la información sobre la gente es poder sobre la gente, por tanto, asusta ver la cantidad de datos que Facebook almacena sobre las personas. ¿Y si alguien pudiese hackear Facebook y accediese a todos esos datos?
Facebook alega que cualquier persona puede solicitar formalmente un volcado del registro que mantienen puesto que los usuarios están en su derecho si bien garantizan que han tomado las medidas oportunas para que estos datos no puedan ser robados, algo con lo que intentan tranquilizar a los usuarios.
¿Sabe Facebook más de nosotros que nosotros mismos? Posiblemente sí y, ojalá que las autoridades exijan algo más de transparencia.
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