Las Ultrabooks, sin duda, han sido una manera de captar la atención de los usuarios, sin embargo, esta atención parece fugaz porque en un principio se prometió ordenadores delgados, con buen diseño y potencia con un precio igual o menor al de su principal competidor, lamentablemente esta última mención no se cumple en su totalidad puesto que luego de ver los modelos que se hicieron oficiales en IFA, los precios no son precisamente los más económicos.
En vista de esto, Intel sigue buscando la manera de que los Ultrabooks no sean un bonito recuerdo y está intentando colaborar directamente con los proveedores de chasis para ordenadores y así lograr un mejor precio y que, por supuesto, aquel fondo millonario no quede en la ruina.
Para intentar abaratar los costos de los próximos Ultrabooks, Intel le puso en bandeja de plata un fabricante experto en fibra de vidrio, el cual se especializa en trabajar con un material que puede ser tan fuerte como el aluminio pero que cuesta la mitad. Durante una conferencia a sus asociados Intel llamó al escenario a un representante de Mitac Precision para que explicara mejor cuál sería la ventaja de material usado y qué tanto bajaría el precio de los portátiles.
A pesar de que no se dieron detalles porque la empresa rehusó a dar declaraciones, se pudo indagar que el precio final de un portátil podría bajar hasta 100 dólares. Esperemos que se pueda lograr el cometido de Intel, porque según declaraciones de la empresa durante la conferencia, la clave es ofrecer un equipo por menos de 1.000 dólares, de lo contrario pasarían a la historia.
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