Aunque estemos acostumbrados a ver a la gente usar sus smartphones,
tanto a nivel personal como a nivel empresarial, hay ciertos ámbitos
donde no todos los terminales se pueden utilizar y necesitan de una
certificación previa. En el caso de Estados Unidos, pocos son los
fabricantes que cuentan con certificaciones que acreditan que sus
terminales son seguros y, por tanto, aptos para su uso a nivel
gubernamental o dentro del ejército. Android
es una plataforma muy versátil pero, a los ojos del Pentágono, era una
plataforma extremadamente abierta como para permitir su uso pero, sin
embargo, no era lógico darle la espalda así que apostaron por
personalizar su propia versión de Android para desarrollar su propia
gama de smartphones y tabletas que, el próximo mes de marzo, comenzarán a desplegar entre sus tropas en el extranjero.
Actualmente,
ningún funcionario federal de Estados Unidos ni tampoco el personal
militar tiene permitido el uso de terminales de índole personal (smartphones
o tabletas) para el manejo de datos oficiales, una restricción
importante que acotaba mucho el catálogo de terminales a usar. El
proyecto arrancó hace tiempo pero la elección de Android como base es mucho más reciente
El ejército ha estado probando dispositivos táctiles desde hace unos dos años. Unos 40 terminales se enviaron el año pasado a las tropas y el Ejército enviará, en el mes de marzo, 50 smartphones más y 75 tabletas a los soldados que sirven en el extranjero
Esta
versión de Android modificada, sorprendetemente, podría permtir a los
usuarios instalar aplicaciones o juegos, si bien se podría navegar a
través de un proxy controlado por el Pentágono que controlaría
las aplicaciones que se pueden instalar y los datos que se pueden
enviar. En una primera fase, estos terminales Android se desplegarán
entre las tropas para, en una segunda fase, implantarse también entre
las agencias federales y, quizás, entre los contratistas
gubernamentales.
¿Y qué pasa con los terminales? Curiosamente, el Ejército está adquiriendo terminales comerciales y, simplemente, les está cambiando el sistema operativo por su versión modificada.
El
proyecto, actualmente, está dirigido por DARPA con la supervisión de la
NSA (que también está desarrollando su propia versión de Android) y, la
verdad, es bastante interesante que estén basando un proyecto de
comunicaciones tan críticas en una plataforma de código abierto.
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