Las conexiones inalámbricas darán en el futuro un salto
extraordinario. Si las velocidades de hasta 400Mbps que se consiguen con
los chips Wi-Fi más avanzados del mercado nos parecen impresionantes,
solo tendremos que esperar unos años para que se nos caiga la mandíbula
al suelo de la sorpresa, pues el fabricante japonés Rohm anunciaba ayer un nuevo chip de comunicaciones inalámbricas
capaz de alcanzar una velocidad de transferencia de 1.5 Gigabits por
segundo en sus pruebas, la tasa más alta jamás alcanzada por un
dispositivo sin cables de estas características. Pero lo más increible
es que la firma asegura que en un futuro próximo, la misma tecnología
permitirá alcanzar nada menos que hasta 30Gbps, convirtiendo las conexiones inalámbricas en una fuente instantánea de información.
El chip en cuestión, desarrollado en conjunto entre la Universidad de Osaka y Rohm, tiene unas medidas de 1.5 x 3 milímetros,
y utiliza ondas ‘de radio’ con frecuencias sobre el Teraherzio para la
transmisión de datos, algo hasta ahora reservado a otro tipo de
investigaciones y productos. El módulo donde se incorpora el chip tiene
una micro antena integrada, y no mide más que un par de centímetros, lo
que podría habilitar su incorporación en todo tipo de dispositivos. Aún
más interesante si cabe son sus costes de fabricación, estimados, según
el diario The Nikkei en su informe sobre esta
tecnología, en tan solo “unos cuantos cientos de Yenes” — O lo que es lo
mismo, apenas unos Euros, si tenemos en cuenta que cada Yen cuesta
apenas 1 céntimo de Euro — que en comparación con los chips basados en
ondas Teraherzio con costes estipulados en “millones de Yenes” y capaces
de alcanzar poco más de 100Mbps, resulta irrisorio.
La tecnología
está aún en pleno desarrollo, y se trabaja minuciosamente en aumentar
tanto el ancho de banda posible como el radio de funcionamiento, aunque
la gente de ROHM está convencida de que los nuevos chips estarán
preparados para su producción en masa en tan solo tres o cuatro años,
periodo en el cual sus costes de producción podrían reducirse aún más,
dando lugar a adaptadores de red inalámbricos Gigabit a precios muy
económicos. Para ponerlo en un entorno real, podríamos decir que si
estos chips wireless alcanzan la velocidad prometida, podrían transmitir
hasta 7 streams de video 4K en tiempo real, que pueden tener un bitrate aproximado cercano a los 3.8Gbps, nada mal para tan diminuto dispositivo.
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