Kinect no es un “hit momentaneo”, o eso es lo que pretende Microsoft,
que ha invertido una cantidad importante de tiempo y recursos para
sacar adelante esta plataforma de captura de movimientos. Sin embargo Kinect,
pese a su versatilidad, es limitado, y no puede ser todo lo preciso que
la compañía o los usuarios quisieran, debido principalmente a que no
cuenta con una CPU propia que se encargue de procesar las señales, y la
resolucíon de su única cámara RGB es de 640x480 pixels, insuficiente
para sacar una lectura más clara y completa del cuerpo humano. Este
modelo no se puede cambiar, pero Microsoft parece estar ya trabajando en
la próxima versión, o un “Kinect 2” si lo preferimos, mucho más potente
y preciso que la versión actual.
Según Eurogamer, la firma de Redmond ya prepara su nuevo Kinect,
con una gran mejora en la captación de movimientos y reconocimiento de
voz ampliado. Según la fuente de la web de videojuegos, este nuevo
dispositivo de captura sería extremadamente preciso, tanto que podría
incluso llegar a intepretar el movimiento de los labios.
Esta nueva versión llegaría junto a la próxima consola de Microsoft, y
estaría incluido en todos los packs, de modo que sería una de las
interfaces por defecto, o la primaria, de la nueva Xbox. El insider que ha proporcionado la información decía lo siguiente:
“Kinect 2 será tan poderoso que permitirá leer los labios de los jugadores, detectar cuando están de mal humor, y determinar en qué dirección están mirando. Kinect 2 puede monitorizar la entonación y volumen de las voces de los jugadores, así como las características faciales para medir diferentes estados emocionales”
Una de las
limitaciones más preocupantes de Kinect, es que a través del puerto USB
2.0 tan solo se puede muestrear una imagen de 320x240 pixels,
a pesar de que la resolución de la cámara dobla esta cantidad, por
causa de la gran cantidad de información obtenida por la malla de puntos
de luz infrarroja. Presumiblemente, si Kinect 2 es capaz de leer
labios, no solo llevaría una cámara de mayor resolución, sino que
incorporaría un procesador propio que manejase la información para
enviarla de un modo simplificado a través del puerto USB, o bien se
valdría de otra interfaz, lo que querría decir que la próxima Xbox
contaría con USB 3.0 u otra tecnología, posiblemente propietaria. Kinect 2
además podría comunicarse directamente con el procesador y la memoria
RAM gracias al nuevo hardware, algo que refuerza la teoría de la nueva
interfaz de transferencia.
Por el momento la información solo
puede ser clasificada como rumor, a falta de verificación de las fuentes
de Eurogamer, pero sin duda encajaría con la estrategia de Microsoft de
integrar Kinect como una de las partes centrales de sus productos de
nueva generación, sea sistema operativo, como Windows 8, o dispositivos de entretenimiento doméstico, como Xbox 360
y su sucesora. No soy precisamente un fan de Kinect, pero el avance
parece realmente interesante. Teniendo en cuenta que uno de los motivos
por los que la versión actual de Kinect no pudo incorporar una CPU
propia eran los costes de fabricación, ¿será capaz Microsoft de mantener
un precio cabal para la nueva versión?
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