El producto es la consecuencia de una joven start up sueca que comenzó sus andaduras en el pasado verano. Aunque la máxima de Mutewatch sea la discreción (no emite un solo sonido y sus alertas son mediante vibración), lo más atractivo de este dispositivo es la combinación de la tecnología táctil con una sencillez en uso y diseño que alguno podría considerar excesivos.
No hay botones. Toda la comunicación del usuario con el reloj se hace a través de una superficie plana y táctil. Se acabaron las complejas combinaciones de botones y diferentes menús. Bastará con tocar la pantalla y como por arte de magia aparecerá la hora, o bien, deslizar el dedo en una dirección u otra para activar las diferentes funciones.
Ahora que mencionamos las funciones, el minimalismo se ha llevado al extremo en este peculiar reloj con aspecto de pulsera. Uno podría pensar que tratándose de algo tan vanguardista, sería capaz de conectarse con Twitter o proporcionar la predicción meteorológica. Nada más lejos de la realidad: Mutewatch vuelve a lo básico, indicando la hora, una función de alarma y un temporizador. No tiene ni una simple agenda ni nos dice el día en el que vivimos. El reloj cuenta con una batería que se carga por un puerto USB convencional, mediante el cual, uno podría soñar que pudieran ‘descargarse’ funciones futuras en el dispositivo, algo que nos confiesan desde Mutewatch que llegará en el futuro.
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