Puede que Intel haya estado prestando bastante atención al sector smartphone e incluso se haya atrevido a tentarnos con futuros procesadores Atom de bajo consumo para tablets; pero la compañía no olvida sus raíces. En un evento para inversores celebrado hace poco en San Francisco, su CEO Paul Otellini anunció un cambio significativo en su catálogo de procesadores para portátiles, que convertirá al ultra bajo voltaje en la nueva característica definitoria de sus chips, en lugar de reservarlos como hasta ahora para la gama alta. La potencia de diseño térmico de sus próximas CPUs se moverá entre los 10 y los 15 vatios, una cifra que contrasta significativamente con los 35 w de la familia Core y los 17 de la generación ULV actual. Para rematar la jugada –y de paso tener un detalle con NVIDIA por decir que "la Ley de Moore está acabada", la compañía ha anunciado sus planes de presentar un Atom de 22 nm el año que viene y una versión de 14 nm para el 2013. Impacientes estamos.
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